27 de septiembre de 2011

 Bienvenid@s al capítulo 2 de este libro apasionante...

Aquí va un párrafo escogido del mismo...

Ver capítulo 2

 -Pero mamá, ¿tengo que ir realmente? No me gusta ir a la iglesia. Nunca saco nada en limpio. Por supuesto, mi madre rehusó mi súplica, y encontré a mi yo involuntario asistiendo a los servicios de la iglesia cada fin de semana. La iglesia era tal carga para mí que debo confesar que hubo momentos en que me deslizaba por la parte de atrás de la iglesia, tomaba un boletín, y rápidamente salía al parque para esperar mientras se hacía la hora en que podría llegar de regreso a casa con la "evidencia" de mi asistencia.

No es que mis padres no lo hayan intentado. Ellos me enviaron a escuelas cristianas y me llevaban a la iglesia cada fin de semana, pero de alguna forma la iglesia era demasiado artificial, demasiado formal, demasiado aburrida para alcanzarme. Debía asistir, así que aprendí a una temprana edad a "jugar el juego", por así decirlo. Posiblemente usted lo conoce en persona y no porque fuera un miembro de mi iglesia que pudiera haberme me observado. Muchos profesos cristianos pasan por la mímica, haciendo lo que se espera, mostrándose de alguna manera buenos en el exterior, pero sabiendo que sus corazones no están allí. Puede ser que ni siquiera puedan explicarlo, pero sucede que no suple sus verdaderas necesidades, y sin embargo continúan el juego porque, bueno, es lo que "corresponde" hacer.


¿Te ha tocado vivir esta experiencia? ¿Cómo te sentías? ¿Cómo lograste superarla?...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Habia escrito todo un testamento y se borro...

Bueno... Hoy lei el capitulo uno y el dos, y me encantaron; me quede con ganas del tres.

Me parece inspirador que el tema que trata el autor en la ultima parte del capitulo dos es la conclusion a la que he llegado desde hace un tiempo... Me alegra saber que no soy la unica, y que el reconocerlo no significa que sea necesario destruir las religiones para lograr una experiencia viva, diaria, personal y maravillosa con Dios. Gracias. Un abrazo. Nana

Jorge Trisca dijo...

Es una de las decisiones más difíciles de tomar. Estar un tiempo con Jesús cada día...

Paulina Miranda dijo...

creo que este es un tema importante....La religion no es suficiente...si bien es un trampolin, mas que el fin es uno de los medios...Creo que saltar este trampolin es el paso mas importate en nuestras vidas... Que Dios no ayude para que al saltar podamos caer en sus manos para que el transforme nuestras vidas en un caminar diario con El!!